Seguro que alguna vez has oído la expresión "cruzar los dedos", ¿verdad?
Existe una costumbre, con raíces supersticiosas, que consiste en cruzar los dedos índice y mayor de una o ambas manos por separado, para alejar la desgracia y atraer a la buena suerte. Desde muy antiguo existió la creencia de que este gesto evitaba la mala suerte, quizás por la antigua convicción de que en la intersección de dos líneas o caminos quedaba atrapada la suerte y decidido el futuro, dependiendo de qué camino se tomara o de qué alternativa se eligiese y de la fortuna con que se contara en tal elección.
En alemán hay una expresión "Ich drück dir die Daumen!", que también se utiliza para desear suerte.
Pero, en este caso, el dedo que se utiliza es el pulgar (Daumen).
Pero, en este caso, el dedo que se utiliza es el pulgar (Daumen).
Hay una antigua superstición germánica que dice que el dedo pulgar es el dedo de la suerte. Tiene una fuerza sobrenatural y protege de los malos sueños.
Ya en la antigua Roma, los espectadores en las peleas de gladiadores del circo romano usaban el dedo pulgar para decidir si un gladiador debía morir o ser salvado. Levantaban el dedo para pedir clemencia, y lo bajaban para condenarlo. Más tarde, en la Edad Media, se sujetaba el dedo pulgar dentro del puño para mantener alejados a los demonios y las brujas.
1 comentario:
Interesting for me//
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